Aceite de Karité: La manteca de karité actúa recubriendo la piel con una película invisible que evita la deshidratación y la protege de las agresiones externas, como el sol, el viento o los cambios bruscos de temperatura. Es muy eficiente en la regeneración de la piel, calma las pieles irritadas, es el más efectivo de los antienvejecimiento que existen en la naturaleza.
 
Aceite de almendras: Las Almendras son ricas en grasas beneficiosas para la salud y belleza, proteínas, minerales y vitaminas A, B y E. Además hidrata, nutre y desinflama.
 
Aceite de Mandarina: Es de gran utilidad como protector dermatológico. Se aplica como tonificante, para tratar estrías, arrugas, acné y otros desarreglos de la piel. Para el sistema nervioso, se utiliza para aliviar la tensión nerviosa y la inquietud.
 
Aceite de vainilla: Se utiliza para conseguir una profunda relajación.
 
Aceite de canela: A parte de un especial aroma, también ofrece propiedades que favorecen el bienestar físico y mental. Se emplea para favorecer la circulación sanguínea, tratar algunas afecciones respiratorias, estimular la función cerebral y mejorar la apariencia de la piel. Está indicado como tratamiento anticelulítico.
 

PASO A PASO

PASO 1 – PREPARACIÓN
 
Lo primero para conseguir un buen ambiente en nuestra cabina, y conseguir un masaje relajante, es analizar las sensaciones que queremos despertar en el cliente: relax, bienestar, confort…Para ello, habilitamos la cabina para lograr el efecto deseado. Crea ambiente con música tranquila a un volumen suave. Para masajes relajantes elige sonidos chill-out tranquilos e incluso sonidos ambientales. Las velas son un complemento de decoración ideal, con su variedad de colores que habrás de adaptar al estilo de decoración que hayas elegido.

PASO 2 –  EL MASAJE

 
Encender la mecha y dejar fundir el aceite solidificado durante al menos 3 minutos. Puede encenderse unos minutos antes para que la cabina se impregne de su olor. Una vez fundido el aceite, verter cuidadosamente sobre el cuerpo a masajear, comprobando previamente que no esté demasiado caliente para la realización del masaje. Se puede comenzar a verter en la mano del profesional y lentamente deslizar al cuerpo del paciente, siempre con la vela en movimiento, evitando que se derrame mucha cantidad de aceite en un punto localizado. Extender sobre el cuerpo, y realizar masaje relajante. Las maniobras deben ser lentas y los movimientos pausados y largos, pero ejerciendo una presión firme y progresiva. Durante el masaje se trabajan distintos puntos de tensión. Puede combinarse con aceites esenciales.

  

PASO 3 –  PARA FINALIZAR
 
Finalizamos tapando con una toalla caliente y dejamos descansar durante 10 minutos.
 
RESULTADOS
 
Por su potente combinación de aceites, conseguimos además de una profunda relajación física y mental, favorecemos la circulación sanguínea, tonificamos, hidratamos y recuperamos daños causados en la piel.